PUNTOS GATILLOS Y DOLOR MIOFASCIAL EN PERROS Y GATOS

INTRODUCCIÓN:

Puede que no conozca el significado de punto gatillo miofascial (o trigger point MTP) pero seguro que

alguna vez haya experimentado el dolor que se produce cuando se presionan estos puntos.

A nuestras mascotas le ocurre exactamente lo mismo.

Un MTP es un nódulo localizado y palpable, o una banda tensa, en un músculo o una fascia, son “nudos”

de fibras musculares enrolladas entre sí. Estos puntos pueden causar dolor, local o referido, e incluso

provocar una restricción de la movilidad y cambios de comportamiento.

Por otro lado, la fascia es un tejido fibroso conectivo que rodea músculos, grupos de músculos, vasos

sanguíneos y nervios, une estas estructuras y permite que se deslicen una sobre otras además de ofrecer

protección, flexibilidad y resistencia. También es el tejido que forma las capsulas articulares, los tendones

y los ligamentos. Prácticamente conecta todo el cuerpo.

A pesar de estar presente con elevada frecuencia en nuestros animales, los MTP están poco investigados

en Medicina Veterinaria. Para quien trabaja en el ámbito de la rehabilitación y los trastornos musculo-

esqueléticos, queda evidente la importancia de identificarlos y tratarlos ya que disminuyen el bienestar

físico y emocional del paciente. En humana, hasta el 85 % de los dolores de espalda y aproximadamente

el 55 % de los dolores de cuello y de cabeza son causados por dolor miofascial.

Tipos de puntos gatillos:

Existen dos tipos de puntos gatillos, activos y pasivos:

– Activos: son aquellos que duelen aunque no se toquen, y cuando se presionan causan una

contracción muscular refleja y/o una reacción en el animal o vocalización en respuesta al dolor.

– Pasivos: son aquellos que solo duelen cuando se le aplica presión directa.

Ambos puntos pueden causar dolor referido, o sea irradiarse por zonas considerables del cuerpo a través

de la conexión entre las fascias.

Causas:

Se piensa que los MTP pueden ser causados por:

– Sobrecarga muscular

– Lesiones traumáticas

– Mala postura crónica

– Desordenes metabólicos

– Ansiedad y estrés

Estas tensiones crónicas provocan cambios químicos en el músculo que probablemente causan una

hipersensibilización en los receptores del dolor.

Síntomas y diagnóstico:

Los perros y los gatos pueden presentar síntomas clínicos diferentes:

– Dolor local

– Dificultad para caminar o subir escaleras

– Cojera

– Limitación del movimiento

– Tensión muscular

– Cambios en el comportamiento

– Debilidad

No hay pruebas diagnósticas especificas para diagnosticar los MTP, la identificación de estos puntos se

realiza exclusivamente mediante un examen físico exhaustivo y la palpación cuidadosa de los músculos

por parte del Veterinario experimentado.

La ubicación de estos puntos es individual y depende de varios factores como el estilo de vida del animal

y las posibles lesiones sufridas, sin embargo hay algunos músculos que están más frecuentemente

afectados, como por ejemplo los músculos supraespinosos, infraespinosos, trapecios, tríceps, dorsales

ancho, glúteos, cuádriceps, sartorios y pectíneos.

Opciones de tratamiento:

Hay varias intervenciones que podemos realizar para aliviar el dolor causado por los puntos gatillos

miofasciales. El objetivo es liberar de algún modo el punto y el “entrelazamiento de las fibras” para que el

músculo y la fascia se relajen y el dolor desaparezca.

Estudios recientes han demostrado que los tratamientos físicos más efectivos son:

– Terapia manual: consiste en un masaje terapéutico de “rociado, presión y estiramiento” que puede

ser llevado a cabo a través de diferentes técnicas especificas.

– Acupuntura, electroacupuntura y punción seca: la punción de puntos específicos puede aliviar el

dolor y favorecer el proceso de curación.

– Inyecciones en los puntos gatillos: se pueden utilizar varios tipos de inyectables, desde soluciones

fisiológicas a fármacos antiinflamatorios y anestésicos locales. Recientemente se están utilizando

inyecciones de Plasma Rico en Plaquetas (PRP) con muy buenos resultados. Esta intervención

consiste en la extracción de sangre del animal, la separación de la fracción rica en plaquetas y la

inoculación de la misma en el punto para estimular la curación y la remodelación del tejido.

Aparte, es de gran utilidad complementar estos tratamiento con:

– Terapia con Láser: la aplicación de láser ayuda a tratar el dolor a través de su efecto

antiinflamatorios, biomodulador acelerando la curación y estimulando el metabolismo del tejido,

además de aumentar la circulación y la liberación de endorfina.

– Aplicación de calor o frio.

– Ejercicio regular y actividad física.

– Dieta equilibrada y control de peso.

– Proporcionar un entorno adecuado eliminando/reducción del estrés.

Por desgracia, a pesar que tratarlo de forma correcta, los puntos gatillos pueden reaparecen, sobre todo

cuando estamos frente a patologías crónicas que modifican la biomecanica y favorecen la tensión

muscular. En estos casos, puede ser necesaria una evaluación periódica e instaurar un plan de

rehabilitación de mantenimiento.

Conclusión:

Los puntos gatillo miofasciales son causa frecuente de dolor en los perros y los gatos aunque no hayan

sido investigados aún de forma exhaustiva. Es recomendable prestar atención a cualquier posible signos

de dolor y acudir a un veterinario especialista ante cualquier sospecha.

La colaboración entre los tutores y los especialistas en la identificación de los MTP juega un papel

fundamental en el mantenimiento del bienestar físico y emocional de nuestras mascotas.

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